Reseña del libro "El reino de las tragedias"
Desde los albores de la humanidad, el hombre ha intentado explicarse el mundo y sus movimientos, las emociones y sus cambios; la desesperación y la locura, la alegría y la obsecuencia, el venir y el devenir, todo, absolutamente todo, desde la fantasía.
El hombre no es materia, es espiritu, es energia vital que atravesando distintos cuerpos vivifica en cada vida una materia diferente. ¿En pos de qué? Del amor... ¡El hombre como espíritu vivo necesita
aprender a amar, a los otros, a los propios, a los de fuera, asimismo, a todos!
Es por eso que la fantasía no es más que recuerdo. No somos lo que vemos, somos lo que recordamos. No hay hombre que no quiera ser recordado. Dejamos huellas como la columna angular donde recae nuestro Ego, nuestro yo universal. Somos seres espirituales en avance, por eso los recuerdos que se tienen de cada hombre no son los mismos.
Sin embargo, en mi próxima reencarnación seré mejor, dejaré mejor huella, los míos me recordaran con más amor y llegara el suspiro final donde ya no sea necesario volver a este mundo.