Manuales del Terrario. La Pitón Real
Reseña del libro "Manuales del Terrario. La Pitón Real"
Este librito del popular autor de numerosos libros sobre el mundo de la herpetocultura, John Coborn, pretende ayudar al aficionado a la pitón real en los cuidados y reproducción de la misma. Consta de 64 páginas y 46 fotos, todas ellas en color, aunque tal vez se haga una excesiva publicidad de diferentes productos en varias de ellas. Igualmente las últimas tres páginas, dedicadas a anotaciones del lector, posiblemente se hubieran podido utilizar para aportar más información.La presente edición es una traducción del inglés y por el momento representa la única monografía dedicada a la pitón real que ha sido traducida al castellano. Dada la popularidad de este boido, este libro interesará seguramente a numerosos aficionados deseosos de aprender más sobre el mantenimiento de su animal. Es una lástima que, debido a una traducción demasiado literal se hayan introducido en el texto algunos errores.Así, en el capítulo dedicado al alojamiento leemos que la pitón real se puede guardar en un “terrario, vivero o jaula, llámelo como quiera”. Evidentemente se trata de una traducción al pie de la letra de “cage por “jaula “, cuando podía traducirse también por “contenedor”. Para el lector español la palabra “jaula” significa un contenedor a base de barrotes, adecuado para aves, pero evidentemente no para ofidios. Igualmente “vivero”, traducido de “vivarium”, nos evoca más bien el lugar de donde proceden los ingredientes de una mariscada antes que el habitáculo de una pitón.Nos vemos obligados a resaltar también algunos errores que no son atribuibles a la traducción. En la página 8 nos enteramos de que el órgano de Jakobson sirve para “oler el contenido de la boca” cuando más bien se analizan con él las partículas olorosas introducidas desde el exterior por la lengua del animal. En la página 14 se nos informa de que “una pecera de 90x45x45 será adecuada para un par de ejemplares jóvenes”. La falta de ventilación de una pecera no impide que en la página 19 nos comente el autor que “la importancia de una ventilación adecuada en un terrario cerrado no puede pasarse por alto”. Las peceras, como indica su nombre, sólo son adecuadas para hospedar peces, quedando su uso para reptiles restringido a una emergencia o estancia provisional. El aprovechamiento de “muebles de televisor, viejas alacenas o cómodas de madera” para construir un terrario es discutible, pero para un ofidio como Python regius, que necesita un mínimo de 60% de humedad ambiental para mudar correctamente, el uso de la madera como material para un terrario es desaconsejable en todos los sentidos. La utilización de fluorescentes de amplio espectro, recomendado en la página 19, en el terrario de una serpiente nocturna como la pitón real, es superfluo, ya que difícilmente tendrán la ocasión de absorber los rayos UVA emitidos, siendo además estas lámparas realmente caras. Igualmente los complementos vitamínicos son innecesarios para la correcta alimentación de un ofidio.Esta obra está destinada a llenar un gran hueco en el mundo de la herpetocultura española, ya que, como hemos mencionado antes, se trata del único manual dedicado al mantenimiento de la pitón real traducido al castellano.Joan Egert Müller-Scherz- Introducción a la pitón real, python regius- Alojamiento- Alimentación- Aspectos médicos- Cría y reproducción- Temas diversos
