Un impulso inexplicable lleva a Fernando Tierno a arrendar un departamento en un edificio derruido en el que no solo parecen acechar fantasmas, sino que se gesta la invasión de una plaga de polillas. Ubicado en un sector acomodado de Santiago, la locura y el descalabro parecen haberse apoderado de todos los que habitan en él: los vecinos, el conserje, los tarjeteros que trabajan al frente e incluso la corredora. La relación entre estos y las polillas que poco a poco comienzan a manifestarse, oculta un secreto que podría remecer las bases mismas de la nación.
Francisco Schilling configura en esta novela un relato entrañable, satírico y provocador, una historia de suspenso en la que la normalidad disfraza las oscuras intenciones del poder. A medio camino entre lo fantástico, el horror y el hiperrealismo, Polillas cuestiona la tranquilidad cotidiana con un relato sorprendente y cruel, en un mundo que parece ser el hijo no reconocido entre Takashi Miike y Chuck Palahniuk.