Reseña del libro "Memoria y esperanza: relatos de una vida"
Relatos de una vida resume lo que ha sido la vida de Marcelino Oreja, fiel al recuerdo de su padre, muerto en Mondragón durante la Revolución de Octubre de 1934, antes de su nacimiento, y de su madre, que cubrió el papel de ambos progenitores y le infundó la fe católica, el respeto hacia los demás y el culto a la verdad.En estas páginas recorremos su vida desde los años colegiales en San Sebastián y en Valladolid, la formación universitaria en Salamanca y en el extranjero, la carrera diplomática en elRelatos de una vida resume lo que ha sido la vida de Marcelino Oreja, fiel al recuerdo de su padre, muerto en Mondragón durante la Revolución de Octubre de 1934, antes de su nacimiento, y de su madre, que cubrió el papel de ambos progenitores y le infundó la fe católica, el respeto hacia los demás y el culto a la verdad.En estas páginas recorremos su vida desde los años colegiales en San Sebastián y en Valladolid, la formación universitaria en Salamanca y en el extranjero, la carrera diplomática en el gabinete del ministro Fernando María Castiella y su actividad política durante el tardofranquismo y en el Grupo Tácito.Durante la Transición, nuestro protagonista adoptó responsabilidades políticas, especialmente como ministro de Asuntos Exteriores, diputado y gobernador general del País Vasco, y realizó diversas tareas en Estrasburgo y Bruselas para la integración de España en Europa.Unas responsabilidades apasionantes y cruciales, que le llevaron a acompañar a los reyes en diversos viajes y a vivir distintas situaciones con estadistas como Jimmy Carter, Valéry Giscard d´Estaing, Willy Brandt, Andrei Gromyko, Simon Peres o Lech Walesa; líderes morales como Simone Weil, Pedro Laín Entralgo, Kurt Waldheim o el Dalai Lama; distintos papas, desde Pablo VI a Benedicto XVI; líderes de diversos países africanos, como Hassan II o Gadafi, y políticos españoles como Felipe González, José María Aznar y Javier Solana, entre otros.Son éstas, pues, unas páginas apasionantes, trufadas de divertidas e inéditas anécdotas, y que nos servirán tanto para comprender la proyección exterior de España y los entresijos menos conocidos de su política interior como para admirar la leal vocación diplomática de Marcelino Oreja.
