Reseña del libro "Las Constelaciones del Cristo: Los Cielos Narran su Obra de Salvación!"
En este fascinante viaje por el tiempo y el espacio nos remontamos a aquellos momentos en los que las constelaciones conservaban aún con mayor fidelidad el contexto de los nombres originales de las estrellas. Con tan sólo basarse en las escrituras de la Biblia se va recuperando el sentido preciso de las constelaciones: Comienza el Apocalipsis 12 con Virgo a punto de parir, seguida de el Teknon o Bebé (que figurativamente será el sacrificio sobre el altar, y eso es lo que el símbolo arcaico y el sentido de "Libra" es, ¡nada que ver con una balanza!), luego dice que el gran dragón escarlata (debido a la estrella roja Antares) con sus siete cabezas y diez cuernos estaba dispuesto a devorar al pequeño, y esto es el verdadero sentido de "Scorpio", la siguiente viene de la profecía que Jacob le dice a Dan, quien introdujo la idolatría a Israel, referente a la constelación que sigue, que es Aser, acerca de que Dan era como la serpiente en el camino (y entiendo que es el camino de la eclíptica del sol) hace caer al jinete al morderle las patas delanteras al caballo del mismo, y éste es el sentido exacto de "Sagitario", siguiendo con las tinieblas que trae Capricornio o el falso profeta Bafomet, por quien se derraman las copas de la ira, como la del ángel representado en Acuario, y a partir de allí se pone al maligno en cadenas por mil años, y eso es lo que representa Piscis, a quien sujeta por mil años Aries: el carnero Jesús, y al soltarlo por un breve tiempo, el maligno embiste como un toro: Tauro, desesperado que intenta exterminar a Cristo, pero al verse perdido aúlla como un lobo desvalido, y esto es Géminis, de la tribu de Benjamín, para finalmente entrar montado en el asna que lleva a su pollino, y esto, así como el yin/yang símbolo ancestral de Cáncer es lo que se representa, confirmado por sus dos estrellas que aún llevan los nombres de Asellus Australis y Asellus Borealis, para finalmente, culminar con el máximo crescendo posible con Leo: ¡Jesucristo como el Rey de reyes y el Señor de señores!
