Libro La Naturaleza de las Cosas (el Libro de Bolsillo - Bibliotecas Temáticas - Biblioteca de Clásicos De Lucrecio

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portada La Naturaleza de las Cosas (el Libro de Bolsillo - Bibliotecas Temáticas - Biblioteca de Clásicos de Grecia y Roma)

Formato

Libro Físico

Autor

Tito Lucrecio Caro

Editorial

Alianza

Categoría

Literatura

Tema

el libro de bolsillo - bibliotecas temáticas - bib

Colección

el libro de bolsillo - bibliotecas temáticas - bib

Año

2013

Idioma

Español

N° páginas

336

Encuadernación

Tapa Blanda

Dimensiones

11,00 x 17,50

ISBN

8420655996

ISBN13

9788420655994

La Naturaleza de las Cosas (el Libro de Bolsillo - Bibliotecas Temáticas - Biblioteca de Clásicos de Grecia y Roma)

Tito Lucrecio Caro (Autor) · Alianza · Tapa Blanda

Sin Stock

Reseña del libro "La Naturaleza de las Cosas (el Libro de Bolsillo - Bibliotecas Temáticas - Biblioteca de Clásicos de Grecia y Roma)"

En el ámbito de la literatura latina antigua este poema constituye sin lugar a dudas una obra verdaderamente singular: primero porque se trata de una composición de lo que se ha denominado «épica científica», y en segundo lugar porque por su contenido conforma la exposición más completa de todo un sistema físico-filosófico. En ella, Lucrecio (ca. 98-ca. 55 a.C.), quien se proclama discípulo de Epicuro, expone las teorías físicas con él asociadas y defiende la idea de que el mundo y todo cuanto enEn el ámbito de la literatura latina antigua el poema LA NATURALEZA DE LAS COSAS constituye sin lugar a dudas una obra verdaderamente singular: primero porque se trata de una composición de lo que se ha denominado «épica científica», y en segundo lugar porque por su contenido conforma la exposición más completa de todo un sistema físico-filosófico. En ella, LUCRECIO (ca. 98-ca. 55 a.C.), quien se proclama discípulo de Epicuro, expone las teorías físicas con él asociadas y defiende la idea de que el mundo y todo cuanto en él se contiene es pura materia regida por unas leyes mecanicistas que gobiernan los movimientos de esas minúsculas partículas llamadas «átomos». Prologado, traducido y anotado por Miguel Castillo Bejarano, el poema admirado por figuras como Voltaire, Goethe o Leopardi alcanza asimismo en numerosos pasajes cotas de sublime inspiración poética.