Reseña del libro "Crónica de Asientos"
Crónicas de Asientos se editó por primera vez en marzo de 1965. El nihil obstat del censor es de 30 de octubre de 1964, el Puede imprimirse del obispo de Aguascalientes, Salvador Quezada Limón, es de 23 de diciembre de 1964. La “página legal” dice que los derechos de la edición son del autor y que consta el tiraje de 500 ejemplares. El libro se imprimió en los talleres de la Editorial Jus de la Ciudad de México. Crónicas de Asientos consta de un Prólogo, está dividido en tres partes, contiene un Apéndice con documentos y una Lista de Sacerdotes.
El libro, formado de crónicas, recoge parte de la historia de Asientos; de su historia como pueblo, desde su fundación; y de su historia eclesiástica, con datos ciertos desde 1705. Así que incluye, por un lado, datos sobre los fundadores y aquellos que mucho hicieron por Asientos; se habla de la minería, de su auge y decadencia. Por otro lado, habla de sus devociones, a Nuestra Señora de la Merced primero, y a Nuestra Señora de Belén, después; así como el Santo Cristo del Tepozán.
Crónicas de Asientos tiene un valor histórico indudable. Independientemente de lo que se haya aportado para el conocimiento de su pasado por historiadores en general y de la Iglesia en particular, este texto aporta datos de primera mano muy interesantes. No es la obra de un historiador profesional, de un académico, sino de un aficionado a la historia; así que no vamos a encontrar el rigor de un investigador de profesión, ni las citas de sus fuentes son formalmente correctas. Pero si encontramos una redacción clara y amena, conocimiento del asunto tratado y, lo que es muy importante, la utilización frecuente de fuentes inéditas como lo son los libros de gobierno de la Parroquia, para contarnos diversas historias y además hace le rescate de documentos originales muy raros. Crónicas de Asientos aporta datos preciosos para la historia de Aguascalientes y de la región en el alcance de influencia de este pueblo minero y de su parroquia.
