«Genio y figura hasta la sepultura», decimos; y la expresión no tiene por qué tener un sentido negativo, aunque a veces la empleamos para justificar modos y modales que no queremos corregir o costumbres que no deseamos modificar. Sin embargo, un cierto cambio en nuestras actitudes y costumbres podría muchas veces redundar en beneficio nuestro y de quienes nos rodean. Algo mejor irían las cosas si todos nos aprestáramos a limar algunas aristas y suavizar algunas asperezas.