La recuperación de un clásico de Osvaldo Soriano. 'Tenía la obsesión de Laurel y Hardy desde mi infancia. Y desde que descubrí a Chandler estaba fascinado con Philip Marlowe. Pero hizo falta que un gato me diera la idea de la novela: el único capaz de investigar la historia del Gordo y el Flaco era un detective profesional como Marlowe. Me metí como personaje para divertirme: pensaba sacarme; pero cuando di a leer a los amigos y vi que funcionaba; lo fui dejando para más adelante; y un día la terminé. Tenía treinta años; era el año 1973.'
"Llegó sin problemas en perfecto estado. Es mi novela favorita, humor negro,humor absurdo. Genial."