Investigaciones han mostrado que jugar particularmente juegos desestructurados espontáneos en oposición a actividades calendarizadas como la música las lecciones y la práctica del futbol es una fuerza poderosa en el desarrollo humano. Expertos en juego Han encontrado que jugar roles nos prepara para situaciones reales de la vida permitiéndonos practicar la toma de decisiones bajo presión liderar un grupo y pensar en abstracto.