No debemos imaginar que la tolerancia reina de forma suprema en nuestra Tierra. Los oídos, los rencores, las supremacías de todo tipo, el fanatismo y las intolerancias del día a día han apenas desaparecido antesteciados por algún sublime aufhebungen. El impactante comienzo de nuestro siglo XXI que inicio de hecho el 11 de septiembre de 2001 debe servirnos de lección y sobre todo debe llevarnos a tener un toque de lucidez. Las brasas del odio, el fanatismo, la supremacía, la desigualdad y la discriminación no se encuentran, por desgracia, reservadas para un día en particular si no que a menudo se imponen y crean un infierno para millones de personas, alrededor de nuestro planeta azul.