La novela de la escritora caribeña Jamaica Kincaid, Un pequeño lugar, nos sirve de pretexto para esta compilación. Los pequeños lugares a los que nos referimos no son geográficos, a pesar de que partan de una territorialidad dada, sino que son ante todo políticos, lugares desde los cuales se constituye una subjetividad/intersubjetividad, una identidad histórica (no substancialista). Son lugares donde el fondo histórico de la memoria actúa en el presente como elemento pedagógico y como herramienta de liberación; como posibilidad de pensar otras maneras de existir que no sean las que la colonialidad trata de imponer en su despliegue aparentemente avasallante: ¿quiénes somos? ¿Desde dónde hablamos? Así, los lugares nos trazan las rutas para poder reflexionar desde las coordenadas que delineó Fanon al pensar en los condenados de la tierra.