La poesía de Basho, ese hombre frugal y pobre que escribió ya entrado en años y que vagabundeó por todo el japón durmiendo en ermitas y posadas populares; ese reconcentrado que contempla largamente un árbol y un cuervo sobre el árbol, el brillo de la luz sobre una piedra; ese poeta que después de remendarse las ropas raídas leía a los poetas chinos; ese silencioso que hablaba en los caminos con los labradores y las prostitutas, los monjes y los niños, es algo más que una obra literaria: es una invitación a vivir de veras la vida y la poesía. Dos realidades unidas, inseparables y que, no obstante, jamás se funden enteramente: el grito del pájaro y la luz del relámpago.-
"Excelente Libro, Excelente Servicio. Gracias"
Ana María Bralic Escríbar Jueves 22 de Febrero, 2018"excelente"