Érase una vez os ratoncitos y dos hombrecillos que vivían en un laberinto. Estos cuatro personajes dependían del que so para alimentarse y ser felices. Como habían encontrado una habitación repleta de queso, vivieron durante un tiempo muy contentos. Pero un buen día el queso desapareció... Esta fábula simple e ingeniosa nos enseña que todo cambia, y que las fórmulas que sirvieron en un momento pueden quedar obsoletas.
"Lo leímos con mi hijo de 11 años y nos gustó. Llegó muy rápido. Quedó animado para leer la segunda parte"