Un Maestro es ese ser prodigioso capaz de arrastar a los hombres hacia las más altas cimas del espíritu, pero para él, como para sus discípulos, esta arrebatadora experiencia no puede culminarse si no va acompañada de una gran exigencia interna.I. Cómo reconocer a un verdadero MaestroII. La necesidad de un guía espiritualIII. ¡No juguéis a ser aprendices de brujo!IV. No confundir exotismo con espiritualidadV. Saber equilibrar el mundo material y el mundo espiritualVI. El Maestro, espejo de verdadVII. No esperar de un Maestro más que la luzVIII. El discípulo ante el MaestroIX. La dimensión universal de un MaestroX. La presencia mágica de un MaestroXI. El trabajo de identificaciónXII. "Si no os volvéis como niños...".