Germán, un estudiante de química, llega a una comunidad rural en medio de los cerros, donde se enfrenta a una realidad que desconocía: la manera en que la gente se las arregla para subsistir ahí. Temeroso e inseguro, se dedica a armar invernaderos para estas familias y, después de unos días de arduo trabajo e incomodidades, empieza a desear que el viaje termine, pero para su desgracia, lo mandan a buscar otro lugar para poner un último invernadero que les ha sobrado. De mala gana, baja a "San Bernabé" donde encuentra a Ali y a Cosme, dos jóvenes que venden maíz y una gallina, a quienes les habla del proyecto y Cosme, muy emocionado, acepta tener un invernadero. Germán llega a un lugar cubierto casi completamente por una densa niebla que no les deja ver nada, donde es bien recibido por la gente del lugar y poco a poco la niebla va cediendo, mostrándole un paraíso con un enorme y bellísimo árbol en el centro, donde depredadores y presas conviven en armonía y donde los mitos se mezclan con la realidad.