En los cuatro ensayos de que se compone Problemas kantianos, Éric Weil (Parchim 1904-Niza 1977) no sintetiza o expone el pensamiento de Kant, no resume su sistema o introduce al profano en lamateria, sino que aviva y reanuda, en odres nuevos, la original discusión con el filósofo, y para ello –para que la verdadera di scusión resplandezca frente a la más rigurosa doxografía–Weil escribe con maestría lo que la