¿Qué determina que un país sea rico o pobre? ¿Cómo se explica que, en condiciones similares, en algunos países haya hambrunas y en otros no? ¿Qué papel juega la política en estas cuestiones?Que algunas naciones sean más prósperas que otras, ¿se debe a cuestiones culturales?, ¿a los efectos de la climatología?, ¿a su ubicación geográfica? No, en absoluto.Ninguna custión relativa a la prosperidad de un país está relacionada con estos factores, sino proviene de otro mucho más tangible: la política económica que dictaminan sus dirigentes.Son los líderes de cada país, afirman los reconocidos profesores Daron Acemoglu y James A. Robinson en este libro, quienes determinan con sus políticas la prosperidad de su territorio, y así ha ocurrido en todos los períodos de la historia, como demuestran en este apasionante estudio.
"No tuve ningún problema con el despacho y el libro es excelente, muy importante para América Latina en el momento actual de la crisis por la caída del precio de los commodities, en particular para Chile. De esta coyuntura critica podemos mejorar nuestras instituciones economicas o profundizar nuestras iniquidades "