Una imagen vale más que mil palabras; imagina por un instante que con palabras puedes formar una imagen viva, que transporte al lector a un mundo donde el sentimiento fluye sin control, ya sea un manantial de amor, angustia, dolor, rebeldía, ocio o felicidad; de sobra es sabido que todos estos cauces terminan mezclados en el corazón. De ahí sale esta obra y allí espera volver tras la lectura.