El Rey Alfonso VI, por mentiras de García Ordóñez destierra al Cid. El caballero llama a sus parientes y vasallos que prometen seguirle en su destierro. Al salir de Bibar ven una corneja por la derecha lo que les da un buen augurio, pero al llegar a Burgos, ven otro animal por la izquierda lo que les anuncia malos augurios. Al llegar a Burgos las gentes salen a saludarlo, pero nadie les hospeda.