Trabajar en el diseño de una obra teatral es verdaderamente fascinante.Es enfrentarse a un espacio inmenso,un gran cubo escénico,de gran profundidad en el que cuenta cada ángulo,cada esquina.Esto significa involucrarse del todo y resolver toda serie de problemas prácticamente arquitectónicos.No es solamente hacer algo visualmente agradable,sino pensar en todos los espacios,las entradas y salidas del escenario,si los actores deben subir a un piso superior,si debe haber ventanas,y qué se debe ver a través de ellas,etc.Es decir,pensar en todo un engranaje para que la obra fiuya y para evitar que una obra se vuelva plana,que no caiga en la monotonía,hay que echar mano de todos los recursos posibles