Encuadernación: RústicaFue un niño, 'Paulino', que emigró de Ferrol a Madrid con su madre y tuvo que ser internado en el hospicio madrileño de San Fernando, donde aprendió los rudimentos de la tipografía. Fue 'el Gallego' que conocía las penurias de la capital y se esforzó hasta conseguir dedicarse al oficio de tipógrafo. Fue 'el Rubio' que dejó clara, en el primer programa del Partido Socialista Obrero Español, su aspiración: la 'posesión del poder político por la clase trabajadora', ya que al proletariado 'nadie debía tutelarlo, ni republicanos, ni reformistas'. Fue el devoto socialista que acudía a los congresos internacionales con ilimitado interés y el dirigente al que los obreros escuchaban atentamente porque les hablaba desde la experiencia, con emoción pero también con tranquilidad, sencillez y respeto.