'Lucrecia y Mario Ulrich se conocen un verano y se fascinan: él es científico; ella se dedica a los saltos ornamentales. Pronto se casan; se instalan en la residencia que él ha heredado de su familia; y esperan un hijo. Pero en toda fascinación se oculta una advertencia. La serena casa junto al río está también habitada por animales: son presas que Ulrich usa en sus experimentos. Y están los otros personajes. Juan Averá; un sobreviviente del norte que se gana la vida como cazador; y las dos criadas: Carmen; que mantiene el orden de la casa desde que tiene memoria; y Esmeralda; que llega para trastrocarlo todo. Cada uno de los personajes prestará su mirada para construir este relato; que puede leerse también como una fábula; una novela social; una parodia de las prácticas científicas de las primeras décadas del siglo pasado o un ajuste de cuentas con algunos clásicos de la literatura argentina.Betina González ofrece una nueva pieza de su extraordinaria narrativa; para deslumbrarnos una vez más con la creación de un mundo de apariencia pequeña que irradia sentidos más allá de lo imaginado.'