Buenos Aires, segunda mitad del siglo XX. Joaquín Raventós, modesto abogado de pequeños litigios, recibe un día en su despacho la visita de unos extraños personajes que le proponen encargarse de la testamentaría de una descomunal herencia, asunto que podría sacarlo de la mediocridad en la que vive. A pesar de las sospechas de su secretaria, evidentemente enamorada de él, acepta el encargo, atraído por los irresistible encantos de la joven viuda a la que debe representar. No sabe que, con ello, a