Compuesta en hebreo, arameo y griego entre el año 900 a. C. y el año 100 d. C., y hoy traducida a más de 2.400 idiomas y dialectos, la Biblia es una obra atribuida a personas de distinta procedencia geográfica, clase social y ocupación. Entre ellas se encuentran reyes, profetas, filósofos, cronistas, historiadores, novelistas, poetas e, incluso, dos pescadores en retiro, un exrecaudador de impuestos y un médico. En la historia de la cultura -que es la de la humanidad y su residencia en la tierra- las Escrituras han sido una vibrante expresión artística de un largo camino religioso compartido por judíos y cristianos. No pocos de los personajes de la Biblia son mujeres. Desde Eva hasta la misteriosa Jezabel de Tiatira, en el texto bíblico hallamos las más variadas y significativas figuras femeninas: Sara, Raquel, las profetisas María, Débora y Hulda, Marta y María de Betania, la esposa de Cleofás; mujeres extranjeras: Asenet, Rahab, la reina de Saba, la mujer cananea, la esposa de Pilato; mujeres virtuosas (las tres Ana, María de Nazaret, Salomé la de Zebedeo, Dorcas) y menos virtuosas (la Tamar de Er, Onán y Judá, Betsabé, y Berenice); mujeres leales (Rut, Mical, María de Magdala, Prisca) o traicioneras (Rebeca, Dalila, la espiritista de Endor, las falsas profetisas); mujeres heroicas (Jael, Judit, Ester, la madre macabea) o envilecidas (la esposa de Putifar, la madre de Micaías, Gómer, Safira); mujeres victimizadas (Agar, la mujer de Lot, Dina, la hija de Jefté, la viuda pobre) o victimizadoras (Peniná, Jezabel, Atalía, Herodías, la princesa Salomé). En ellas se pueden encontrar los aspectos positivos y negativos de la condición humana, la santidad excepcional y la abyección insondable, la fe y la superstición, el talento y la estupidez, la virtud y el vicio, la hazaña y el crimen. Muchos de esos personajes femeninos -más de 80- figuran en este libro, Mujeres de la Biblia está dirigido a una amplia gama de públicos lectores, sean creyentes, agnósticos o ateos, escrito en narraciones breves y sencillas, al alcance de un amplio círculo de personas -aun aquellas que nunca han tenido contacto alguno con las páginas bíblicas-, con intereses diversos que van desde la historia, la antropología, la sociología y la teología hasta la política y el arte.