montségur, 1243. las tropas del senescal de carcasona, hugues des arcis, y el obispo de narbona, pierre amiel, se preparan para el asedio del último bastión del catarismo. en pocos meses, la que fue una de las expresiones más refinadas de la razón y la fe cristiana quedará reducida a cenizas y, con ella, las últimas esperanzas de una de las figuras más importantes y enigmáticas del pensamiento occidental, giordano nemorario.editorial: as de diamante