MI CITA CON LA LUNALo cotidiano, a menudo, resulta desapercibido, porque siempre está junto a nosotros: repitiéndose, pasando como rutina… Por ejemplo: un amanecer, las calles, las estaciones que llegan, nuestro mundo interior… Todo pasa y pasa: tan llano, inadvertido, en un mundo, cada día, de mayores velocidades y apuros.“Mi Cita con la Luna” es un canto que nos invita a sentir lo que, tal vez, habíamos olvidado … Quizá es un intento de mostrar el valor y el milagro de todo lo que nos rodea, o vive dentro de nosotros, incluso con sus aparentes contradicciones. Haciendo un rápido recorrido por el libro, extraemos unas muestras. “ Y burlando a la noche, las flores invencibles, apagaron sus colores y encendieron sus aromas” (De: Una muchedumbre de flores)… O: “ Y las ruedas, como astros en celo, giran, brillosas, al encuentro de las distancias que ellas mismas crean y, a la vez, destruyen”.Es una búsqueda constante de llegar a un conocimiento; se ensayan múltiples definiciones y, en el camino, surge un lenguaje propio: “Disfruto del instante que chispea, como peces en el aire, y me obsequia su efímero y continuo presente, como el río: que siempre se va, pero, a la vez, permanece allí, quieto en su fluir inacabable”.DESCUBRE MÁS SOBRE EL AUTOR: CARLOS ALBERTO RUBIO RIVERADe un constante y silencioso trabajo creativo. “Mi Cita con la Luna” es el primer anuncio de que, tal vez, su larga etapa de silencio, ya termina. Médico de profesión. Nos dice Carlos: “¡Cuánto he recorrido! Parecía un continuo ir… pero después noté que todo era un volver a mis orígenes, y aquí me tenéis, como una sumatoria de caminos gallegos, americanos y de tierras Mediterráneas”.