Unos bordados de 1898 realizados por Práscedes, tía bisabuela del autor, son el origen de esta historia. Los centenarios bordados reflejan su desbordante y traviesa imaginación como objeción a la anodina realidad que la rodeaba. br Un precioso cuento lleno de humor y de sensibilidad creado mediante la colaboración entre almas gemelas separadas por tres generaciones.