El cuarto grado masónico tiene particular conformación, sus alegorías señalan claramente una búsqueda del manantial de la luz, de la verdad y de la vida. No en vano, Magister (el inolvidable Aldo Lavagnini) expresa: "Estudiar e interpretar en silenciosa comprensión es competencia de los Maestros Secretos, que se reúnen en el Santuario del Ser, bajo la protección del signo del silencio. A esta meditación individual invitamos a quienes nos leen, ya que existe un solo centro al que llegan y hacia el cual tienden todos los que buscan individualmente el suyo propio".
"Bueno es muy informativo e interesante, muy bueno"