Uno de los personajes más asombroso del periodo final de la Violencia en Colombia fue Efraín González. Producto tardío de la dictadura rojista (1953- 1957), González Fungió, entre 1959 y 1963, como uno de los últimos bandoleros que trabajó abiertamente en nombre del Partido Conservador, específicamente para la facción ospinista. Cuando ya muchos de los legendarios bandoleros como "Sangrenegra" y "Chispas" habían sido aniquilados por el Ejército, González apareció con inusitada fuerza en la región limítrofe entre Santander y Boyacá, en épocas de recién creado Frente Nacional, como el último exterminador de los liberales, pero también como jefe militar de las mafias esmeralderas.