Los grandes festivales se hanconvertido en un fenómeno que trasciende la propia música, cuando nocontribuye directamente a su estrangulamiento. Mueven miles demillones de euros, atraen turismo, exigen subvenciones, blanqueanmarcas, explotan a artistas y trabajadores y saquean al público. Aunasí, no hay ciudad, grande o pequeña, que no apueste por el suyo.Nando Cruz disecciona en este libro una industria que ha crecido hasta desbordarse y nos sumerge en su historia y entresijos para entenderque hay detrás de ese fin de semana bucólico de confetis, pulseras,luces y conciertos.
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