Soñar es gratis. Vivir cuesta lo suyo. Bajo estas premisas muchas personas aún viven atrapadas en un cuerpo equivocado. Mujeres y hombres que han desafiado las leyes escritas por la sociedad y que han decidido vivir su vida como quieren, con el género que sienten. Mujeres y hombres libres. Mujeres y hombres que aman, que sienten, que gozan, que ríen, que lloran; en definitiva, que viven. Y en ese proceso, en ese viaje personal a lo auténtico, discurren las mil y una bondades y también, por ende, los desafios de una sociedad que no los acepta y los incapacita para vivir.