Desde los años setenta la historiografía francesa, y en particular la llamada escuela de los "Annales", se difundió ampliamente por el mundo occidental, dando lugar a intercambios y fructíferos debates. Sin embargo, no siempre el público aficionado a las novedades intelectuales parisinas asimiló esos materiales sin contrasentidos. Las transferencias culturales son difíciles y a menudo riesgosas, tanto si el tono dominante es la reticencia o incluso la hostilidad, como cuando la recepción es favorable y declarada la empatía. El prestigioso historiador Jacques Revel expone en este libro un minucioso bosquejo de lo que fueron las evoluciones de la historiografía francesa desde fines de la Segunda Guerra mundial: "Intento describir y comprender una empresa colectiva, diversa, a veces contradictoria. Ella traduce las convicciones, las opciones, los hábitos, pero también las estrategias, las rivalidades y las adhesiones que forman lo habitual de toda comunidad erudita." 'Las construcciones francesas del pasado' ubica a los programas históricos en sus contextos, y da cuenta de las discusiones que los originaron. Escrita por un autor que fue contemporáneo, testigo y protagonista de dichos sucesos, esta obra resulta fundamental para paliar los déficits de comunicación, signados por simplificaciones abusivas y errores. Los movimientos historiográficos también tienen una historia; conocerla es el principal requisito del momento de autorreflexión que demanda cualquier aventura intelectual que se precie.Prefacio a la edición en español 7Las construcciones francesas del pasado. La escuela francesa y la historiografía del pasado 17Bibliografía 151