La vuelta al mundo por 40 Patrimonios de la Humanidad narra un viaje de ochenta días realizado por Jorge Sánchez, en el cual recorrió once países de los cinco continentes prestando especial atención a los Patrimonios Mundiales contemplados en la lista de UNESCO, desde el Monasterio de Kolomenskoye en Moscú al Parque Nacional Tongariro en Nueva Zelanda. También visitó patrimonios de la Lista Indicativa, que serán en un futu¬ro añadidos a los Patrimonios Mundiales, como la Ruta Cultural de San Francisco Javier en la isla china de Sancián, donde murió, o los Teatros Amazónicos de las ciudades de Manaos y Belém. Jorge disponía de 4.000 euros para alcanzar su objetivo, más una gran voluntad y determinación para superar los obstáculos inherentes a una azarosa vuelta al mundo. Desde Rusia atravesó el río Amur para entrar en China, país que recorrió en trenes abarrotados hasta la puerta del Tíbet. En Sudamérica usó autobuses desde Patagonia hasta las junglas de Bra¬sil, cruzando el Chaco paraguayo y la peligrosa Carretera de la Muerte en Bolivia. También navegó once días seguidos en barcos por los ríos Madeira y Amazonas, durmiendo en hamacas. Finalmente voló desde Río de Janeiro a Casablanca -en Marruecos- para, poco a poco, acercarse a España sin dejar de explorar por el camino el último sitio UNESCO que le faltaba por conocer de los 45 que nuestro país posee: los dólmenes de Antequera. Una vez ante la placa del Kilómetro Cero de la Puerta del Sol de Madrid, Jorge dio por concluida su séptima vuelta al mundo.