Constantina, una mujer de origen campesino, ambiciosa y audaz, empieza una carrera de ascenso en la administración pública que la llevara desde un modesto cargo en la alcaldía de Carrizal del Viento, su pueblo, hasta el Tribunal Supremo de Justicia en Santa Cruz de los Cerros, capital del país. Logra ese ascenso gracias a su inteligencia, a su singular belleza, a su disposición sexual con los poderosos y a su falta de escrúpulos para corromper y corromperse. La trayectoria pública y privada de Constantina se desenvuelve en un país proclive de la corrupción en todas las instancias del poder y del Estado, incluida la presidencia y el propio presidente de la república Entre los méritos más importantes de la obra está la construcción de un personaje representativa como Constantina, cuya conducta lleva al lector a una reflexión sobre la corrupción, el abuso del poder y la decadencia moral de la sociedad que ha permeado igualmente a muchas mujeres. Se destaca también el estilo de combinar la narración en tercera persona con diálogos breves y amplios entre los personajes, sin que se pierda el entusiasmo, porque hay suspenso y acción de comienzo a fin. Novela que se lee con agrado en medio de permanentes sorpresas. .