El estudio de la Torá eleva a la persona y la torna merecedora de numerosos beneficios, como fue enseñado: Rabí Meír decía: todo el que se ocupa de la Torá incondicionalmente, merece muchos beneficios. Asimismo, los demás aprovechan de él consejo enseñanza, y sabiduría. Y se le revelan los misterios de la Torá, y se torna como un manantial surgente, y como un río que no cesa de fluir; y la Torá lo engrandece y lo encumbra por sobre todas las obras (véase Avot 6:1). También fue enseñado: todos aquellos que se abocan a estudiar la Torá, se apegan a El Santo, Bendito Sea, y se coronan con la corona de la Torá, y son amados en lo Alto, y en lo bajo, y El Santo, Bendito Sea, les extiende su diestra (III Zohar 36a). Como hemos visto, el beneficio por estudiar la Torá es enorme. Y es importante saber que hay cuatro formas de estudio: el sentido llano, los estudios a través de indicios, las disertaciones, y los misterios profundos. Y en este libro hemos incluido explicaciones de los cuatro niveles, aplicadas a todas las secciones del libro de Deuteronomio. Así, pues, podréis estudiar cada sección con profundidad, y también, transmitir esos conocimientos a los demás. Ya que así como estudiar la Torá es importante, también lo es enseñarla.