Novela de amores desesperantemente humanos, que se levanta en un complejo escenario de barrios desdibujados, plazas, sórdidos hoteles y cafés, callejuelas disimuladas u ocultas por una neblina recurrente y una lluvia obstinada. De entre todos emerge un hipódromo, escenario de una conspiración que se concreta en un crimen que, curiosamente, solo tiene como testigo a un niño.