Pretendo, no sin miedo y modestia, hacer un sencillo recorrido por la historia del efecto de la Sal Interminable, reflejar cuales han sido mis procesos y pasos en su trabajo y estudio y, finalmente, desglosar los avances y mejoras que he ido haciéndole progresivamente, fruto de mi propia curiosidad y esfuerzo durante más de diez años en el efecto, y de la observación y aprendizaje. Es una premisa simple, sencilla, y por lo tanto muy interesante desde un punto de vista teatral, ya que es fácilmente entendible y podemos trastocarla y trabajar con ella con cierta holgura y seguridad. Quizás esa sea su belleza, toda la belleza de una magia unida a toda la poesía de un poderoso y estúpido absurdo. Quizás sea eso lo que nos atrapa a tantos y tantos magos, que no sabemos explicar muy bien por qué. Gonzalo Albiñana