La defensa de los pobres, a través de los procuradores, apareció en San Luis Potosí en el año de 1847; éstos asumieron, como competencia exclusiva, la defensa de los derechos humanos de las personas más desvalidas de la sociedad ante cualquier agravio, exceso, vejación o maltrato proveniente de cualquier autoridad. Bajo la ley que las creó, los tres titulares de esta noble institución, tenían la obligación de exigir a las autoridades competentes que aquellos que estuvieran bajo su protección fueran atendidos en los términos de la equidad y el derecho vigente, tomando en cuenta su situación de desventaja. Es quizá el primer intento, en México, de crear una figura jurídica semejante al Ombudsman sueco. Este trabajo responde diversas preguntas sobre los primeros procuradores de pobres: quiénes fueron, quién los nombró, qué actividades desempeñaban en el momento en que fueron nombrados, cuánto tiempo ejercieron sus funciones como tales, a quiénes defendieron, la eficacia de lo que hicieron, etc.