«En el gesto de las manos que bendicen se expresa la relación duradera de Jesús con sus discípulos, con el mundo. En su ascensión Él viene para elevarnos por encima de nosotros mismos y abrir el mundo a Dios. Por eso, los discípulos pudieron alegrarse cuando volvieron de Betania a casa. Por la fe sabemos que Jesús, al bendecir, tiene sus manos extendidas sobre nosotros. Esta es la razón permanente de la alegría cristiana». Joseph Ratzinger / Benedicto XVI
"Todo muy bien, como de costumbre."
Gerardo Vazquez Prado Martes 09 de Junio, 2020"Excelente libro, la obra maestra de Cristologia del Papa Benedicto XVI "
Teresa De Losada Miércoles 06 de Marzo, 2024"Excelente libro, de una gran profundidad teológica. Muy recomendable!"