Encuadernación: Rústica La realización de una obra de arte, sea ésta en piedra, madera, color, sonido o palabra, es el final de un camino, es su angostamiento y la expresión visual, la materialización, de lo invisible. Es el final de un camino, en cuyo comienzo estuvo "la vivencia", siendo esta "vivencia" - cuando se trata de una obra de arte que verdaderamente merece esta connotación- siempre algo divino, un ser percibido. Porque es la elevación de un ser-persona a un ser humano, su ser incluido en la totalidad del Universo y su ser abordado desde la totalidad universal, desde la eternidad.
"Es un libro que tiene una extraordinaria información "