No tomar en cuenta la concepción de la muerte en el trabajo forense puede ser interpretado como acto de violencia simbólica, discriminación y exclusión. El libro Huesos parlantes, almas sufrientes intenta acercarse a los desencuentros constantes entre los funcionarios involucrados (fiscales y peritos) y los pobladores de las comunidades campesinas en el proceso de la investigación antropológica forense: investigación preliminar forense, recuperación de indicios y evidencias, y análisis post mortem e identificación. Desencuentros que, en vez de dignificar, re-victimizan, sitúan al sujeto en estructuras de poder arraigadas a lo racial, étnico, cuerpos inciertos pensados como "no cuerpos" y vidas pensadas como "no vidas".
"muy buena, recomendada en estos contextos de violencia"