Mientras Wilbur Whateley busca acceder al Necronomicón, un libro prohibido, gracias a los conocimientos de magia negra y brujería que su abuelo le heredó, en la granja de Dunwich ocurren sucesos muy extraños tales como la presencia de olores desagradables y la desaparición de algunos animales del ganado. Al correr del tiempo, se llegó a la conclusión de que el monstruo que habita la hacienda no parará hasta que expertos pongan fin a su existencia, lo cual será posible mediante un conjuro.