Viajar ha sido siempre una de las actividades fundamentales de los seres humanos desde su aparición como especie. El hombre es por naturaleza viajero. En nuestro código genético se puede leer ese anhelo de explorar otros espacios, de ampliar los límites de lo conocido. Ese gen impulsó a los primeros nómadas a recorrer larga s distancias y a superar así el miedo a lo desconocido. Llevó a los hombres a enrolars