El planteamiento de este libro difiere de los volúmenes tradicionales de Historia del Arte cuya exposición, por rigurosa y sistemática, contiene una visión excesivamente enciclopédica de la disciplina, lo que termina por ahogar la espontaneidad del relato y no favorece la comprensión ni la contemplación sosegada de las obras de arte por el lector. Esta obra, en cambio, se plantea como un relato que debe mucho al planteamiento narrativo-expositivo del gran historiador alemán E. H. Gombrich, y ese enfoque de partida se explica, en parte también, por el tipo de público al que va dirigido, el de estudiantes universitarios sin conocimientos previos de Historia del Arte. La claridad del texto, y el hecho de estar profusamente ilustrado con las obras principales, hace de éste un manual cómodo y manejable que, sin duda, hará comprensible la Historia del arte al lector no iniciado en la materia.