Dos cuentos populares en versión de Gustavo Roldán. En los dos se impone el triunfo de los más pequeños sobre los más fuertes: sólo con su picardía puede Pajarito Remendado librarse del temible aguilucho que lo ha hecho presa, y el caprichoso chivo que pisotea el cebollar de la viejita, luego de infructuosos intentos por sacarlo de allí, será puesto en fuga por el más pequeñín habitante del huerto.