Hamlet, la obra más conocida de Shakespeare, es en realidad una pieza llena de lagunas e indefiniciones. Una obra enigmática y misteriosa, en la que cada personaje es un artista de la simulación. El propio Hamlet es un ser en continua transformación. En él caben la ceremoniosidad, la cortesía y la reflexión, junto a la pasi ón, la burla, el enigma o la posibilidad de la locura. En el castillo de Elsenor, en u
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