El análisis de los Caprichos de Goya, recreados por Salvador Dalí, muestra de qué modo los Caprichos surrealistas de Dalí entroncan de forma singular con la propia obra de los disparates goyescos. Dalí desprovee los Caprichos de la crítica social y de la sátira de acontecimientos políticos, desvirtuando su finalidad, dispar atizándolos y convirtiéndolos en obras del surrealismo daliniano.