Un molinero que tenía tres hijos, al morir les dejó lo poco que tenía. Al hijo mayor le dejó el molino: al mediano, el asno; al menor, el gato. El pobre hijo pequeño no dejaba de lamentarse al ver la miserable herencia que le había tocado: Mis hermanos podrán ganarse la vida. Uno trabajará en el molini. y el otro llevará lo s sacos de harina con el asno. Pero yo, ¿qué puedo hacer yo con un gato? Cuando me lo