Por cuestiones editoriales la novela vio la luz en dos partes - Fantasía para otra ocasión (1952) y Normance (1954)-, que es como ha venido publicándose en castellano hasta este momento. Reunimos, pues, en un volumen, una obra capital del autor francés, no sólo porque muestra la expresión más acabada del estilo del autor -la petite musique celiniana-, sino por su ruptura de contenido respecto a sus novelas anteriores: la seudoautobiografía desaparece para dar paso a una crónica sui generis de lo
"Priorizaré su lectura"